¿EXISTE LA FELICIDAD? ¿SE PUEDE SER FELIZ? ¿EN NUESTRO
MEDIO? ¿ES CUESTIÓN DE DINERO, PODER O BELLEZA?
¿O SERÁ MÁS BIEN CUESTIÓN DE SEXO, MÚSICA Y COMIDA?
ACTO UNO: TRATADO SOCIO ANTROPOLÓGICO NOVELESCO DE LOS
INNOMBRABLES Y PATÉTICOS INFELICES DE NUESTROS TIEMPOS
Es la sexta semana consecutiva que busco título para el tema
y comienzo a escribir, pero llegando al
tercer párrafo desisto porque me parece
que lo escrito es absurdo, no tiene nada que ver con lo que quiero expresar, me
siento cursi y hasta con ganas de unirme
a los activistas de los memes y los libros de autoayuda, pero termino tan ridículo, ansioso y depresivo como ellos
con sus tristes y nobles causas; no puede ser, parece que esta vez tampoco voy
a ser capaz. Es el colmo que, a estas alturas de la edad, la experiencia, las
locuras cometidas, las tristezas sentidas y los problemas vividos no sea lo
suficientemente consistente y coherente para escribir sobre el tema.
Claro, hay una razón, y es que en nuestro medio asociamos
felicidad con bienestar material, familia heterocompleta, salud, relaciones
públicas, viajes y otras huevonadas cosméticas como la apariencia y el lugar
donde vivimos o el carro en el que andamos; bueno al que le gusta le sabe y si
así se siente en este medio, bien por ellos. Caray, así es la clase media, con
todo y sus repetidos vestidos de coctel y 15 años.
Otros se la inventan: viven en la inmunda, nadie los quiere,
solo son soportados por mascotas sufridas, secuestradas y tan solitarias como
sus dueños, se refugian en la colección de cosas inverosímiles y rezan 16 horas diarias, camándula en mano y
golpe de pecho; allá ellos, sus pecados y torcidos del pasado los tendrán, y lo
digo yo que los vi en los 70s, 80s, 90s mamertos, armados, traquetos, puticas
gozonas, payasos de oficio, viciosos arrimados, políticos y burócratas
ladronzuelos; vuelvo y digo que los vi con estos ojos que se han de marchitar
con los recuerdos de miradas obscenas de la juventud. Aquí la mayoría somos
pobres del grupo la cagada.
Y los que se creen felices por el estrato social alto del
recibo de servicios públicos y del de catastro, se clasifican de 1 a 6 pero
juro que existe de menos 2 a +9, por lo menos; es a los que menos les creo pues
las cuentas nunca les cuadran; de hecho, ellos tienen menos hijos de los que
creen y con más deudas y ellas más hijos de los que hubieran querido tener y se
enteran de las deudas el día que los hombres de la familia se declaran en
quiebra. Bueno, fue la juventud loca en que todos crecimos y nos acostábamos
por deporte, borrachos o trabados. Ricos irresponsables, pusieron a un poco de
tipos de clase media a criar hijos que ellos nunca reconocieron…
Vean, la felicidad como estado, estilo o elección, en pleno
y absoluta, no existe; siempre se va a morir alguien y nos pasará a nosotros
también; no todos los negocios y matrimonios salen bien, la gran mayoría son verdaderos fracasos y
escenarios de batallas intestinas, ruines y cursis; algún familiar estará
deschavetado y cometerá una embarrada descomunal; familiares viciosos y
sibaritas, y allegadas solteronas cuida
niños pero desocupadas; casi todos los anteriores endeudados hasta los huesos y
uno que otro vecino o amigo haciéndonos
la vida imposible. No se salvan ni los estudiados y altruistas…
¿Cuál es el cuento que traigo? Que estamos locos buscando
algo que no existe en escenarios que no son propicios. Me explico: en el mundo
moderno, en nuestro medio cercano, con pocos recursos, mucha imaginación, algo
de tiempo, bastante creatividad, relax absoluto, indiferencia recíproca con los
que no nos quieren y lo que no nos interesa, se puede tener una vida amigable,
agradable, suave, interesante, soportar las maldades de la vida que es tan
inquieta y difícil como tango de arrabal, ranchera traicionera o bolero prostibulario.
ACTO DOS: LA FELICIDAD A LA VUELTA DE LA CAMA, EL RADIO, EL
TELEVISOR, LA ESTUFA Y HASTA EL LIBRO, ES DECIR, MOMENTOS FELICES SI HAY Y
MUCHOS.
Llegados aquí, en el entendido que la felicidad eterna y
absoluta es imposible, con la mejor dosis de parroquiano con buenas intenciones
y algo de azuquita y ají picao mientras recordamos el periódico de ayer me voy
con mis recomendaciones:
Sexo: pórtese bien, sea querido, detallista, amplio,
generoso, abierto, gozón, algo morboso y adelante que la vida está llena de
polvos memorables; no importa que sea con la misma pareja toda la vida o muchas
parejas, pero sea intenso hasta el multi orgasmo. No lograrlo es pendejada y no
tener la verraquera para consultar con alguien que sepa y sea exitoso en el
asunto es dañino pal pan y pal chorizo. Hágalo muchas veces, no sea tacaño que
ahorros de esperma y orgasmos no hay.
Música: el alma del alma, la zona del corazón con ruido, el
lugar en donde guardamos nuestros recuerdos en clave de canciones, el momento
sublime que nos logra sacar del discurso odioso, rastrero, miserable o por lo
menos quejoso del mundo que nos rodea. Un ratico al día para limpiar los oídos
y el espíritu.
Nota intermedia: Sea limpio, no le juegue feo al corazón ni
al cuerpo; no se dedican canciones ni polvos; cada uno es exclusivo y no se los
tira uno con la imagen de alguien que puede resultar retrechero en el futuro.
Literatura: leer y escribir, actividades hoy en día tan
difíciles entre los jóvenes y tan olvidado entre los viejos. Nada más hermoso
que una persona bien arreglada que se exprese bien y para ello es necesario practicarlo
a diario. Al leer se aprenden cosas que nunca te van a robar y que sí te las
puedes llevar, y escribir es como dejar herencia, un legado, un manifiesto, así
sea hijueputica como el mío.
Cine, Pintura y Arquitectura: sublime ver una buena cinta,
disfrutar un cuadro o recrearse con el paisaje urbano; las películas y las
ciudades guardan secretos, historias, vivencias, sentimientos, estilos, tan
profundos que basta con relajarse y dejarse llevar por los conocimientos, los
recuerdos o simplemente soñar, que es tan barato aún.
Deporte y buena comida: pecar por gula, hacer deporte para
salir sano. Lo menos que podemos hacer en forma tranquila y medida para lograr
estar saludable con el fin de seguir soportando y para no salir tan contaminado
de este trance que es la vida, a quien alguien definió como el mierdero entre
la nada anterior y la nada posterior. Antes de vida no hay nada, después de
vida tampoco, la vida es un “cambalache” como el tango, la vida es una
porquería y así sigue el argentino precioso en su trance peyorativo.
Quedan las barbaridades del campo, el yoga, el mar, las
redes sociales, el día de la madre, el día del padre, día del amor y la
amistad, navidad, año nuevo, cumpleaños y tantas otras pendejadas que nos roban
sonrisas y plata.