DE ENTRADA
Nada te prometo porque nada tengo, quiero que conozcas toda la verdad, yo
nací de pobre, así quiso el destino, más también lo pobres tiene derecho de
amar…
La felicidad, ¡ja,ja,ja,ja! De sentir amoooor, hoy hace cantaaaar, a mi
corazóooon….
Quiero llevar este canto amigo, a quien lo pudiera necesitar, yo quiero
tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar…
Bienvenidos los pobres porque de ellos es el reino de los cielos, no soy
pobre porque soy rico, soy rico porque tengo a Cristo, más los ricos en Cristo
pobres son.
Macondo fue construida por familias desde y descendientes de José Arcadio
Buendía y Úrsula Iguarán, en el que todas las familias gozaban de similares
condiciones hasta en la puesta y entrada del sol a sus casas y acceso a otras
bellezas, que no comodidades, de la caribe rural.
Escalona hizo las casas en el aire, y en una de ellas vive nuestra flamante
y mal hablada vicepresidenta, que Dios la cuide en su lengua para que se
dedique a ayudar a las minorías que tanto la necesitan.
En la religión, en la música popular, en la literatura, en el discurso
político, en los libros y conferencias de superación personal y autoestima, en
las modernas y llenadoras vidas sociales, sentimentales y familiares de las
redes sociales, el mundo es feliz, rico, igualitario, posible e incluyente;
nada más utópico (por llamarlo poéticamente), ridículo y falaz que la visión de
la mayoría sobre la realidad, su realidad, en el que lejos de mostrar su vida
tal cual es, el mundo está construyendo una realidad paralela como droga
somnífera, como engaño masivo, como forma de escape a la condición más bien
ruin, vacía, problemática, frustrada e imposible de los transeúntes de esta
tierra y de este siglo. Todos pecamos allí.
CLASES SOCIALES,
RIQUEZA Y POBREZA
Recientemente, en diferentes escenarios, desde laborales hasta académicos,
pasando por sociales, se ha tratado el tema de las clases sociales, la riqueza,
la pobreza y las posibilidades de un mejor y mayor bienestar en los siguientes
inmediatos tiempos; algunos comentarios habré hecho, talvez traté de ser
analítico y algo respetuoso con los contertulios, pero llevo semanas tratando
de contestarme y aclararme ¿qué es eso de las clases sociales? ¿Hay
verdaderamente ricos en Colombia? ¿ser pobre es una virtud y ser rico es un
castigo?
Trataré de poner las cosas en perspectiva, bueno en mi muy amañada
perspectiva:
Ricos, ricos, verdaderamente ricos en Colombia no creo que hayan más de 20
a 30 familias; hablo de gente que pueda tener yates de 50 a 100 millones de
dólares, aviones de 150 millones de dólares, mansiones de 20 a 250 millones de
dólares y propiedades en los sitios más costosos y turísticos y en las ciudades
más importantes del mundo, pero con todo y ello seguir generando y
multiplicando su patrimonio a diario. El resto de los “colombianos ricos” no
son más que familias de clase media alta que le dan trabajo en MIPYMES a otras
familias de clases medias y bajas para el sostenimiento mutuo de unos y otros.
Casi todos visten igual, van a los mismos centros comerciales y vacacionales,
celebran de la misma forma y se mantienen igual de endeudados, cada uno en su
escala. De hecho, me atrevo a pensar que viven mejor, menos endeudados y más
tranquilos los empleados que sus jefes, todos estos últimos endeudados hasta el
culo y por varias generaciones, la gran mayoría, aunque varios empresarios han
aprendido la lección y hoy en día son cautelosos, juiciosos y sabios manejando
sus negocios.
Ricos, ricos en Colombia no hay muchos y menos por las vías legales.
Algunos pueden ser muy ricos por aquello del narcotráfico, la minería, la
corrupción en y con el sector público, pero todos esos mequetrefes no son más
que unos bandidos venidos a más con billete verde mal habido; escuchen los
corridos norteños y la música popular colombiana; me dirán si estoy equivocado.
En la Fiscalía no conocen estas manifestaciones populares.
Hay un programa en HOLA TV ESPAÑA que se llama ¿CÓMO VIVE LA OTRA MITAD?,
con un par de capítulos que vean, se darán cuenta que tengo toda la maldita
razón.
Conclusión: en Colombia super multimillonarios, muy pocos y respetables,
muchos ricachos de pacotilla y delincuencia en cualquiera de sus
manifestaciones y el resto del país trabajando abnegadamente para mantener un
cierto nivel de prestancia o de supervivencia digna.
Por otro lado, hoy en día pienso que los pobres pobres, los más vulnerables
y desprovistos de dignidad alguna, son el resultado de las prácticas de los
ricos delincuentes que los desplazan, les roban sus subsidios, su alimentación,
sus tierras y sus posibilidades; es la gente que más me preocupa y entristece,
parece que nunca hubiera un mañana para ellos… esto necesita un análisis más
profundo, documentado y objetivo. Este escrito no es nada de eso, solo es mi
forma de reflexionar sobre los otros.
REDES SOCIALES,
FELICIDAD Y APARIENCIA
Quién de nosotros no ha caído en los tentáculos de los celulares y los computadores
para navegar por las redes sociales, tan universales, tan asequibles, tan
abiertas, tan incluyentes, tan posibles, pero también tan miserables,
manipuladas y manipuladoras, falsas, irreales, inmediatas, memoristas y
peligrosas que ya están produciendo enfermedades, taras, pendejadas y
desviaciones sicológicas, talvez sociológicas y hasta antropológicas; que miedo
con la gente cercana que están
entregando su vida a mostrar el querer ser, el querer aparentar, el querer
conocer, aprender, intercambiar o simplemente vivir en estos espacios de
tierras movedizas no aptas para personas vulnerables y sensibles; para colmo de
cagadas, los que más las usan son las personas con verdaderas dificultades de
auto estima, de realización personal, de relacionamiento social, de vida
sentimental y emocional y de auto protección. Cuando los veo me los imagino
como si fueran todos diabéticos y la única alimentación posible está en una
pastelería con los manjares más dulces y ricos al alcance del movimiento de un
dedo.
Estoy cansado de decir en uno y otro escenario, de pretender enseñar, abrir
los ojos, hacer oposición crítica, mostrar opciones sobre lo peligros de estos
instrumentos, si no se saben usar hasta en la medida de lo posible y para lo
que fueron creadas inicialmente; yo no dudo de las intenciones de los creadores
de FACEBOOK, INSTAGRAM, TWITER, LINKEDLN, PINTEREST. Dudo mucho de ONLYFANS,
TIKTOK y el presente de TWITER, pero dudo más de las que vienen en un futuro no
muy lejano.
Las redes sociales están reemplazando las instituciones del desarrollo,
enseñanza y crecimiento del saber; están reemplazando los medios profesionales,
serios, éticos de la investigación noticiosa en todos sus niveles; están
suplantando a los expertos en todas las esferas del conocimiento y prácticas
humanas por charlatanes llenos de seguidores, están lastimando a los que
cometen errores, los que dicen o muestran lo que no se debiera, los que dan
papaya o simplemente a los que no entienden su juego y se desnudan hoy para
arrepentirse mañana. Muchos han crecido en ellas y a favor de ellas, pero han
caído estrepitosamente y con ayuda de entierro doloroso de esas mismas redes.
Me da miedo y me embarga el alma, cual tango de amor no correspondido, o
bolero suicida, cómo las personas publican amores tan intensos, momentos tan
felices, compañías tan entrañables, para saber que al día siguiente ya no es
más, ya no está más, ya no son más. Ni siquiera se protegen con un poquito de
reírse de ellos mismos, que es una gran ayuda a la hora de creerse feliz y
realizado.
Si usted no tiene la capacidad de burlarse de sí mismo, de ridiculizarse
con las pendejadas que hace, dice, piensa y siente no se ponga a publicar
huevonadas que se le devuelvan y lo maltraten despiadadamente. Las redes
sociales no son una enciclopedia, no son el medio informativo más serio, no son
la biblioteca que con seguridad tiene en algún rincón olvidado de su rancho, no
son la Casa de Dios, no son el instituto o universidad de la enseñanza, ni
siquiera el medio farandulero más confiable, ni es el lugar donde los suyos,
los no suyos, ni usted mismo son sinceros y reales. No se crea esas pendejadas
y madure con responsabilidad, llegue a ellas con cautela, entreténgase,
diviértase, pero no se deje llevar a lo profundo porque será como una droga que
lo va a volver cada día más enajenado y estúpido.
A su favor debo decir que tienen cosas buenas, pero hay que saber
buscarlas: música, datos interesantes, campañas sociales y ambientales,
historias entretenidas, denuncias y movilizaciones sociales que bien valen la
pena, pero todas estas cosas buenas cada día son más pocas porque los dañados,
aunque son menos, las usan y manipulan más.
Las redes sociales yo las veo como un espacio público para llevar un álbum
con imágenes de momentos chéveres, un diario con ideas disparatadas, un
cuadernillo donde publicar y encontrar chistes de todos los colores, un espacio
donde hacer adrede el ridículo, si se quiere, pero no son la medicina que su
mente y alma están buscando para esa eterna sensación de insuficiencia,
soledad, tristeza y vacío que es la vida generalizada de la mayoría de las
personas hoy.
HAY ESPERANZAS
Para terminar, debo confesar que conozco pocas, pero si conozco personas
felices y realizadas; en común tienen que no son expertos en nada, no tienen
grandes bienes ni grandes deudas ni enemigos, no se creen el cuento de las
clases sociales y la apertura del cielo y la felicidad; curioso, tampoco están
en redes sociales.