lunes, 20 de marzo de 2023

CLASES SOCIALES, RIQUEZA, REDES SOCIALES, FELICIDAD Y OTRAS MENTIRAS DE MIERDA DE NUESTRO MUNDO CONTEMPORANEO

 DE ENTRADA

Nada te prometo porque nada tengo, quiero que conozcas toda la verdad, yo nací de pobre, así quiso el destino, más también lo pobres tiene derecho de amar…

La felicidad, ¡ja,ja,ja,ja! De sentir amoooor, hoy hace cantaaaar, a mi corazóooon….

Quiero llevar este canto amigo, a quien lo pudiera necesitar, yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar…

Bienvenidos los pobres porque de ellos es el reino de los cielos, no soy pobre porque soy rico, soy rico porque tengo a Cristo, más los ricos en Cristo pobres son.

Macondo fue construida por familias desde y descendientes de José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, en el que todas las familias gozaban de similares condiciones hasta en la puesta y entrada del sol a sus casas y acceso a otras bellezas, que no comodidades, de la caribe rural.

Escalona hizo las casas en el aire, y en una de ellas vive nuestra flamante y mal hablada vicepresidenta, que Dios la cuide en su lengua para que se dedique a ayudar a las minorías que tanto la necesitan.

En la religión, en la música popular, en la literatura, en el discurso político, en los libros y conferencias de superación personal y autoestima, en las modernas y llenadoras vidas sociales, sentimentales y familiares de las redes sociales, el mundo es feliz, rico, igualitario, posible e incluyente; nada más utópico (por llamarlo poéticamente), ridículo y falaz que la visión de la mayoría sobre la realidad, su realidad, en el que lejos de mostrar su vida tal cual es, el mundo está construyendo una realidad paralela como droga somnífera, como engaño masivo, como forma de escape a la condición más bien ruin, vacía, problemática, frustrada e imposible de los transeúntes de esta tierra y de este siglo. Todos pecamos allí.

CLASES SOCIALES, RIQUEZA Y POBREZA

Recientemente, en diferentes escenarios, desde laborales hasta académicos, pasando por sociales, se ha tratado el tema de las clases sociales, la riqueza, la pobreza y las posibilidades de un mejor y mayor bienestar en los siguientes inmediatos tiempos; algunos comentarios habré hecho, talvez traté de ser analítico y algo respetuoso con los contertulios, pero llevo semanas tratando de contestarme y aclararme ¿qué es eso de las clases sociales? ¿Hay verdaderamente ricos en Colombia? ¿ser pobre es una virtud y ser rico es un castigo?

Trataré de poner las cosas en perspectiva, bueno en mi muy amañada perspectiva:

Ricos, ricos, verdaderamente ricos en Colombia no creo que hayan más de 20 a 30 familias; hablo de gente que pueda tener yates de 50 a 100 millones de dólares, aviones de 150 millones de dólares, mansiones de 20 a 250 millones de dólares y propiedades en los sitios más costosos y turísticos y en las ciudades más importantes del mundo, pero con todo y ello seguir generando y multiplicando su patrimonio a diario. El resto de los “colombianos ricos” no son más que familias de clase media alta que le dan trabajo en MIPYMES a otras familias de clases medias y bajas para el sostenimiento mutuo de unos y otros. Casi todos visten igual, van a los mismos centros comerciales y vacacionales, celebran de la misma forma y se mantienen igual de endeudados, cada uno en su escala. De hecho, me atrevo a pensar que viven mejor, menos endeudados y más tranquilos los empleados que sus jefes, todos estos últimos endeudados hasta el culo y por varias generaciones, la gran mayoría, aunque varios empresarios han aprendido la lección y hoy en día son cautelosos, juiciosos y sabios manejando sus negocios.

Ricos, ricos en Colombia no hay muchos y menos por las vías legales. Algunos pueden ser muy ricos por aquello del narcotráfico, la minería, la corrupción en y con el sector público, pero todos esos mequetrefes no son más que unos bandidos venidos a más con billete verde mal habido; escuchen los corridos norteños y la música popular colombiana; me dirán si estoy equivocado. En la Fiscalía no conocen estas manifestaciones populares.

Hay un programa en HOLA TV ESPAÑA que se llama ¿CÓMO VIVE LA OTRA MITAD?, con un par de capítulos que vean, se darán cuenta que tengo toda la maldita razón.

Conclusión: en Colombia super multimillonarios, muy pocos y respetables, muchos ricachos de pacotilla y delincuencia en cualquiera de sus manifestaciones y el resto del país trabajando abnegadamente para mantener un cierto nivel de prestancia o de supervivencia digna.

Por otro lado, hoy en día pienso que los pobres pobres, los más vulnerables y desprovistos de dignidad alguna, son el resultado de las prácticas de los ricos delincuentes que los desplazan, les roban sus subsidios, su alimentación, sus tierras y sus posibilidades; es la gente que más me preocupa y entristece, parece que nunca hubiera un mañana para ellos… esto necesita un análisis más profundo, documentado y objetivo. Este escrito no es nada de eso, solo es mi forma de reflexionar sobre los otros.

 

REDES SOCIALES, FELICIDAD Y APARIENCIA

Quién de nosotros no ha caído en los tentáculos de los celulares y los computadores para navegar por las redes sociales, tan universales, tan asequibles, tan abiertas, tan incluyentes, tan posibles, pero también tan miserables, manipuladas y manipuladoras, falsas, irreales, inmediatas, memoristas y peligrosas que ya están produciendo enfermedades, taras, pendejadas y desviaciones sicológicas, talvez sociológicas y hasta antropológicas; que miedo con  la gente cercana que están entregando su vida a mostrar el querer ser, el querer aparentar, el querer conocer, aprender, intercambiar o simplemente vivir en estos espacios de tierras movedizas no aptas para personas vulnerables y sensibles; para colmo de cagadas, los que más las usan son las personas con verdaderas dificultades de auto estima, de realización personal, de relacionamiento social, de vida sentimental y emocional y de auto protección. Cuando los veo me los imagino como si fueran todos diabéticos y la única alimentación posible está en una pastelería con los manjares más dulces y ricos al alcance del movimiento de un dedo.

Estoy cansado de decir en uno y otro escenario, de pretender enseñar, abrir los ojos, hacer oposición crítica, mostrar opciones sobre lo peligros de estos instrumentos, si no se saben usar hasta en la medida de lo posible y para lo que fueron creadas inicialmente; yo no dudo de las intenciones de los creadores de FACEBOOK, INSTAGRAM, TWITER, LINKEDLN, PINTEREST. Dudo mucho de ONLYFANS, TIKTOK y el presente de TWITER, pero dudo más de las que vienen en un futuro no muy lejano.

Las redes sociales están reemplazando las instituciones del desarrollo, enseñanza y crecimiento del saber; están reemplazando los medios profesionales, serios, éticos de la investigación noticiosa en todos sus niveles; están suplantando a los expertos en todas las esferas del conocimiento y prácticas humanas por charlatanes llenos de seguidores, están lastimando a los que cometen errores, los que dicen o muestran lo que no se debiera, los que dan papaya o simplemente a los que no entienden su juego y se desnudan hoy para arrepentirse mañana. Muchos han crecido en ellas y a favor de ellas, pero han caído estrepitosamente y con ayuda de entierro doloroso de esas mismas redes.

Me da miedo y me embarga el alma, cual tango de amor no correspondido, o bolero suicida, cómo las personas publican amores tan intensos, momentos tan felices, compañías tan entrañables, para saber que al día siguiente ya no es más, ya no está más, ya no son más. Ni siquiera se protegen con un poquito de reírse de ellos mismos, que es una gran ayuda a la hora de creerse feliz y realizado.

Si usted no tiene la capacidad de burlarse de sí mismo, de ridiculizarse con las pendejadas que hace, dice, piensa y siente no se ponga a publicar huevonadas que se le devuelvan y lo maltraten despiadadamente. Las redes sociales no son una enciclopedia, no son el medio informativo más serio, no son la biblioteca que con seguridad tiene en algún rincón olvidado de su rancho, no son la Casa de Dios, no son el instituto o universidad de la enseñanza, ni siquiera el medio farandulero más confiable, ni es el lugar donde los suyos, los no suyos, ni usted mismo son sinceros y reales. No se crea esas pendejadas y madure con responsabilidad, llegue a ellas con cautela, entreténgase, diviértase, pero no se deje llevar a lo profundo porque será como una droga que lo va a volver cada día más enajenado y estúpido.

A su favor debo decir que tienen cosas buenas, pero hay que saber buscarlas: música, datos interesantes, campañas sociales y ambientales, historias entretenidas, denuncias y movilizaciones sociales que bien valen la pena, pero todas estas cosas buenas cada día son más pocas porque los dañados, aunque son menos, las usan y manipulan más.

Las redes sociales yo las veo como un espacio público para llevar un álbum con imágenes de momentos chéveres, un diario con ideas disparatadas, un cuadernillo donde publicar y encontrar chistes de todos los colores, un espacio donde hacer adrede el ridículo, si se quiere, pero no son la medicina que su mente y alma están buscando para esa eterna sensación de insuficiencia, soledad, tristeza y vacío que es la vida generalizada de la mayoría de las personas hoy.

HAY ESPERANZAS

Para terminar, debo confesar que conozco pocas, pero si conozco personas felices y realizadas; en común tienen que no son expertos en nada, no tienen grandes bienes ni grandes deudas ni enemigos, no se creen el cuento de las clases sociales y la apertura del cielo y la felicidad; curioso, tampoco están en redes sociales.

TODO ESTÁ EN RIESGO, LA JUVENTUD EN SÍ MISMA, ES UN RIESGO

  LAS PLAGAS DEL PRESENTE El mundo como lo conocíamos hasta la pandemia va como de culo cagado, y ya eso es mucho que decir, porque antes ...