domingo, 19 de abril de 2020

UN ANÁLISIS MÁS HONESTO SOBRE LA PANDEMIA, LA CUARENTENA Y LA MUERTE


CORONAVIRUS, CONTAGIO, PANDEMIA, CUARENTENA, EMERGENCIA EN SALUD, MUERTE: conceptos todos, hijos de la corrupción, la ambición y la insensatez.

Definitivamente, esta crisis mundial, que, así como no es la primera menos será la última, pero si tal vez la más benévola comparada con las que vendrán, nos deja muchas cosas claras y ojalá enseñanzas, caso en el cual dudo mucho, pues una enseñanza en bien es algo que se aprende, se corrige y se previene para el futuro, eso en este caso, conociendo la raza humana, seguramente no suceda.
Veamos: el mundo viene de siglos de guerras muy generalizadas o particulares, pero muy destructivas y llegó a su mejor momento, el más democrático, el más avanzado, el de las mejores condiciones y aplicó dos guerras mundiales pues la violencia de los líderes no tiene límite; después esos mismos líderes enfrascaron a la humanidad en casi 80 años de muchísimas guerras focalizadas, abiertas o veladas, eternas o  cortas pero altamente destructivas, seguidas o acompañadas de varias guerras frías en lo militar, político, económico, religiosos y hasta científico. Somos una especie ególatra, envidiosa, violenta, destructiva, insaciable e insensible, jamás creemos que vamos a estar peor, aunque cada día nuestro hábitat y convivencia si lo estén.

¿QUIÉN NOS EXPLICA?
Si no es así, cómo se explica el crecimiento y poderío de Hitler adentro y afuera de sus fronteras por décadas; cómo el mundo aguantó dictadores asesinos y sanguinarios por mucho tiempo en África y Latinoamérica; cómo aceptó la invasión, destrucción y genocidio de las potencias en países pequeños, alejados y sin más defensa que hombres, mujeres y niños reclamando la libertad para profesar una religión o un esquema político y económico propio y no el impuesto; cómo hemos aceptado el crecimiento de la industria, el transporte, el turismo de forma tan irresponsable en la macro utilización de combustibles fósiles y destrucción de la naturaleza a su paso; cómo hemos rechazado una y otra vez todas las indicaciones científicas de la afectación del clima, el crecimiento del nivel del mar invadiendo las ciudades, el descongelamiento de las zonas de glaciares, la destrucción y/o desaparición de especies completas en diferentes latitudes del planeta; cómo es posible que no hemos creído en la afectación peligrosa y ascendente de la capa de ozono; cómo es que hacemos la vista gorda con la “trashumancia” de los pueblos, el destierro, el desplazamiento, el despojo de familias, comunidades y pueblos enteros en todos los rincones de la tierra; por qué hoy, un presidente que no respeta a las mujeres, no respeta a su familia, no respeta a los científicos, no cree en el cambio climático, no cree en la pandemia actual, no cree en el rápido deterioro del medio ambiente por cuenta del abuso del hombre y su mal llamado “desarrollo” es el líder de la nación más importante del globo?

EL OSCURO PAPEL DE CHINA
Y para finalizar esta parte de mi escrito: ¿cómo es posible que la nación China a la fecha sólo manda pírricas ayudas a países con problemáticas serias con la pandemia, mientras no explica el mal manejo que le dio al problema desde su origen, la no comunicación efectiva y oportuna, la manipulación de la Organización Mundial de la Salud, el mínimo o poco contagio en las naciones afectas a sus intereses políticos y económicos, la adquisición de unos años atrás con fuerte incremento este año de acciones o empresas críticas a nivel mundial, su actitud soterrada y burlesca con la humanidad para encontrar salidas prontas y eficaces a esta problemática? China tendrá mucho que explicar, todo que indemnizar y mucho que devolver si es que los políticos, economistas y autoridades del mundo se ponen a hacer en serio su trabajo y sin recibir coimas o dádivas. EL GOBIERNO CHINO GRAN RESPONSABLE DE ESTA DESTRUCCIÓN.

LA SALUD, UN NEGOCIADO
Evidentemente que los pueblos esta vez van a tener que entender a las malas que la muerte en gran cantidad, producto de la PANDEMIA, no es por el virus como tal; para nada, nada que ver. Los humanos estamos acostumbrados a las enfermedades pandémicas o no, y esta vez, lo evidente y la necesidad de la CUARENTENA es la insuficiencia del SISTEMA DE SALUD privatizado, inepto, corrupto, incapaz, sin herramientas, sin equipos, sin protección, sin capacidad de respuesta. Todo porque el tema es un negocio, manejado, ejecutado, controlado, vigilado y reglamentado por políticos que se desentendieron de él como un servicio público obligatorio y universal propio de las naciones y lo entregaron a amigos o a ellos mismos para explotación comercial y de empresa ávara. Mientras estamos encerrados, estamos destruyendo la producción de los países porque la salud es un negocio politizado, privado y corrupto, no por ninguna enfermedad, que de otra forma habría sido bien atendida.

¿QUÉ SIGUE?
O el mundo comienza a escoger mejor sus gobernantes o esto se lo lleva el putas más pronto que tarde, esa es la primera lección que debemos aprender.
Debemos terminar la utilización irresponsable de combustibles fósiles si no queremos una emergencia más grave, prolongada, mortífera e irreversible para la especie humana.
Debemos aprender a castigar y eliminar a los políticos corruptos en sus pueblos o transnacionales como los actuales de China y Estados Unidos. Aquí hay unos hijueputas en Cartagena que se los debiera comer la tierra.
Debemos reglamentar la producción, el transporte, el turismo y otras actividades de tal forma que se des-impacte el medio ambiente y se haga más equilibrado con un estilo diferente de vida que vamos a tener que cambiar en el corto plazo.
Los sistemas de salud en el mundo entero deben ser nacionalizados, convertidos en servicios y necesidades públicas de primerísima necesidad, con presupuestos generosos, bien aplicados y muy controlados; dándole prelación a la investigación científica y a que los avances sean de propiedad de la humanidad y de aplicación generalizada.
Sí o sí tendremos que cambiar nuestros estilos y esquemas de relacionamiento familiar y social, nuestros enfoques y métodos de trabajo y nuestras rutinas de vida para superar ésta y las otras cuarentenas que vienen de este o los otros orígenes que nos hace falta vivir.
Las anteriores pandemias, guerras mundiales, el SIDA, el CORONAVIRUS serán un juego de niños cuando el clima se descontrole de verdad o la capa de ozono ya no aguanta más los usos y abusos de la población actual. Creo que tenemos máximo 30 años, con las medidas correctas inmediatas unos 50 y con cambios radicales al máximo nos darán como planeta con vida unos 100 años. En fin, tenemos entre 30 y 100 años para volver a convivir con la naturaleza sin ponernos en riesgo todas las especies. De lo contrario desapareceremos.

TODO ESTÁ EN RIESGO, LA JUVENTUD EN SÍ MISMA, ES UN RIESGO

  LAS PLAGAS DEL PRESENTE El mundo como lo conocíamos hasta la pandemia va como de culo cagado, y ya eso es mucho que decir, porque antes ...