sábado, 25 de mayo de 2019

¿CÓMO SOBREVIVIR A LA TERMINACIÓN BIEN HIJUEPERRA DE UNA RELACIÓN DE AMOR PUTAMENTE INTENSA?


¿CÓMO SOBREVIVIR A LA TERMINACIÓN BIEN HIJUEPERRA DE UNA RELACIÓN DE AMOR PUTAMENTE INTENSA?
Este no es un artículo para católicos o cristianos obsesivos con el matrimonio, ni un tratado de superación al estilo Walter Rizo y menos la extensión de un libro acerca de CÓMO SOBREVIVIR A TU EX escritos en tantos idiomas por todas las mujeres que optaron escribir el día que se iban a cortar las venas; no, este escrito es un homenaje a mis múltiples, también las de mis amigos, y aún odiadas relaciones terminadas (desde ellas) durante varias décadas de activismo en la soltería y máximos exponentes de los hombres que sobrevivieron de año en año en tusas resultado de todo tipo de echadas, reclamos, peleas y cachetadas  verbales y con la palma abierta, y como un acto de compañía para los no menos de 10 conocidos de mis entornos familiar, social y laboral que han visto como sus hartas relaciones por fin llegaron a su lucro incesante en estos últimos dos años.
¿Por qué lo escribo si estoy recién casado y por la iglesia? ¿Es necesario levantar avisperos o ganarme el fastidio de los cercanos? ¿Voy a dejar de admirar a Marc Antony que cada tusa la pasa dejando derramar sus lágrimas sobre los senos de otra miss universo o cantante bella y famosa? No me estoy divirtiendo como periodista del entretenimiento por los divorcios de famosos como Jeff Bezos de Amazon, Paul Mc Cartney de los Beatles, Mel Gibson de Corazón Valiente, otros empresarios del sector financiero o industrial, deportivo y del mundo del espectáculo quienes pagaron tantos millones de dólares por sus infidelidades y/o deseos de recuperar su soltería que alcanzaría para darles desarrollo a por lo menos diez de los países más pobres del planeta. Creo que esa platica habría alcanzado para darles educación a todos los niños del tercer mundo que no tienen papá oficial y menos un Estado que se la garantice. Pavoroso, pero ese billete quedó en un puñado de damas que se secan las lágrimas con billetes y se limpian los dientes con diamantes, mientras sus traseros están sentados sobre inodoros fabricados en oro puro. Créanme, no estoy siendo exagerado pues no conocemos de ninguna expareja que haya donado parte de su testamento a las hermanitas de la caridad y los niños con hambre.
También he visto como almas caritativas y bien intencionadas tratan de aconsejar a los deudos para que busquen entre sus familiares y amigos más “exitosos” en las relaciones de pareja consejos y recomendaciones para volver y mejorar; nada más triste y patético, ridículo y gracioso en el tiempo, que ir uno con cara de hueva achantada o perro rabioso donde un par de pendejos que se miran con amor y hablan de lo perfecto del hogar y lo lindo de los hijos y las vacaciones con ida a misa incluida. Que terrible; allí es cuando uno busca a los más fracasados, porque esos saben como se supera una tusa y qué es eso de que un clavo más grande y mejor dotado (a) saca otro clavo.
Por experiencia propia puedo decir que en términos generales los hombres lo asumen en más silencio y soledad, la mayor parte del tiempo borrachos y en compañía ocasional pagada, tirándose la plata con los amigos; mientras, las damas hacen de su trayecto algo público, sonoro, de confesiones íntimas con todo el que se atraviesa, en el quirófano y con las tarjetas de crédito a reventar de tanto comprar juventud y belleza casi todas disipadas o en hibernación, que es la catástrofe que deja toda relación cuando hay un final con lágrimas de sangre y kilos de más.
Entonces para los que están en ese proceso o lo vivirán pronto, a todos nos puede pasar una y mil veces, o la misma película pero repetida con otro reparto, lo mejor es acercarse a los conocidos y familiares más vagos e irrespetuosos del establecimiento del matrimonio, no hablar de la pareja en retirada, no echarle la culpa sino discretamente asumir la responsabilidad absoluta, no enamorarse del siguiente esperpento que vive con un sí en la boca como si no supieran que es  mejor decir no;  no ilusionarse con pendejos tan vacíos que creen que un recién separado a los 60 días ya está enamorado de nuevo, no volver a rejuntarse rápidamente, evite el licor si no lo domina en estas situaciones, y durante meses, no escuche música porque todas las malditas canciones le caen como anillo al dedo y comienza a hacer el ridículo dedicándolas o martirizándose.
La tusa es tan democrática como el aire que respiramos, como la gripa o las multas de tránsito en una ciudad sin corrupción, es tan intensa como patética, es tan ramplona como malparida traicionera, pues lo obliga a uno a portarse como un verdadero imbécil haciendo cosas o diciendo idioteces que de otra forma no serían propias de nuestro comportamiento regular. Al final, al cabo de los años, la tusa se convierte en un recuerdo chistoso, chabacano, anecdótico con el que se hace puente para recuperar la amistad del ser amado del pasado. Se hace tan lejana, impersonal y borrosa que vuelve uno y la caga con la siguiente relación; y tenga, vuelve y repite… no aprendemos, somos enamoradizos eternos y siempre fracasados con vocación de derrotado e indefenso antes los eternos cachos de los humanos depredadores.
Para terminar, me declaro absoluto seguidor de la viejita que esta semana, a sus 83 años, después de 60 de matrimonio, mandó “pa¨  la mierda” a su esposo diciéndole que quería recuperar su libertad, que estaba mamada de él y todas sus horribles mañas y que la dejara en paz. Y seguiré adorando a Marc Antony porque uno tiene derecho a tirar más alto en la próxima ocasión cuando la anterior lo puso a “berriar como chino guevón”.
Con este artículo y el último escrito pequeño publicado en FACEBOOK he tratado de hacer, a mi manera, un homenaje al castellano puro y liberador de ganas y energía que salen del alma, la que queda justo detrás del estómago arriba del culo.

CUÁL SERÁ EL ESTILO DE VIDA DE LAS PERSONAS EN LOS PRÓXIMOS AÑOS? ESTÁS PREPARADO?


LAS REVOLUCIONES QUE AFECTARAN LA VIDA Y RELACIONES DE LAS PERSONAS EN LAS PRÓXIMAS DÉCADAS.
En nuestro mundo actual se están gestando una serie de revoluciones, que, aunque parecen aisladas, unas con más divulgación que otras, aquellas más especializadas y las de allá más profundas; eso sí, todas muy vertiginosas pues antes de 10 años se habrán tomado la realidad del mundo y lo habrán cambiado radicalmente.
La conectividad, capacidad, cantidad, velocidad y origen de la información con sus nuevos desarrollos como las 5G y subsiguientes nos harán ver el mundo y conocerlo para apropiarnos de él a pasos abrumadoramente más ágiles de los ya muy rápidos hoy. Y con esto la automatización de lo cotidiano, de lo urbano, de lo laboral y en especial de lo hogareño.
El transporte, público y privado, masivo y unipersonal, principalmente terrestre y urbano que es donde está el estrés y cuello de botella de la dinámica presente, sí que tendrá cambios drásticos en términos de comodidad, seguridad, velocidad, infraestructura, energías alternativas, regulaciones y tiempo de desplazamiento.
Muy seguramente desarrollos técnicos y científicos con metodologías que nos permitirán conocer mejor el comportamiento de la naturaleza y sus fenómenos al punto de poderlos rastrear, prevenir y hasta manipular para que su efecto sea el que quiera la autoridad de turno o impedir las fuertes afectaciones que vemos hoy en día en cada catástrofe de origen natural.
Indudablemente vendrán desarrollos necesarios para prevenir o curar muchas enfermedades, entre ellas el cáncer, muchas digestivas, temas relacionados con trasplante de órganos, motricidad con elementos incorporados al cuerpo que le darán de nuevo o por primera vez autonomía de movimientos a los usuarios pacientes, etc., etc.
Obviamente aparecerán otras enfermedades, principalmente relacionadas con la estabilidad emocional y viabilidad de las personas en sus entornos sociales y familiares. Creo que será un mundo de loquitos desadaptados, solitarios y desubicados en grandes proporciones de población. Las comunidades del futuro serán por un lado más globalizadas e integradas de manera impersonal, pero de forma inmediata en las que tenderán a desaparecer conceptos tan absolutos como la nación patria, la religión que discrimine y condene, la heterosexualidad como la más válida o única manifestación del ser sexual normal; las familias de varias personas desaparecerán a cambio de familias integradas por uno, talvez dos, máximo tres miembros incluida una mascota. Las estadísticas ya lo muestran, el mundo será de viejos que vivirán cómodamente, pero solitarios y huraños. Es decir, un ejemplo sencillo, los encuentros grandes familiares con abuelas, madres, tías y vecinas cocinando, atendiendo a niños, jóvenes adultos y abuelos impasibles, con hombres adultos, machos bullosos y radicales desaparecerán a cambio de personas solas con su mascota pidiendo comida orgánica, sin sabor, sin música, sin gritos y viendo algo de porno y películas baratas por enésima vez.
En fin, temas como la depresión, la ambigüedad, la ansiedad, la esquizofrenia, la bipolaridad, todas las fobias; los instintos suicidas, la pérdida de contacto con el mundo externo, la soledad con la consecuente aparición de manías y aberraciones propias de las mentes difusas y peligrosas, harán de las suyas en la estabilidad de la comunidad, con una gran empresa, un negocio en crecimiento desmedido, que es el químico farmacéutico donde se encargarán de mantener sus clientes “estables” por décadas con facturaciones interesantes   y enriquecimientos desmedidos.
Países grandes y pequeños, todos ellos desarrollados, tendrán todo un sistema de prevención del crimen, de identificación, procesamiento y castigo de los criminales que los hará cada vez más seguros y confiables para sus ciudadanos, aunque eso no se verá en Colombia donde somos ilegales, corruptos, permisivos y muy politizados a tal punto que los políticos se seguirán robando toda la plata de la justicia por lo que esos desarrollos aquí jamás llegarán. Es difícil, casi imposible, que, en los próximos 50 años, Colombia deje de ser líder en producción y comercialización de drogas prohibidas con lo que la corrupción pública especialmente en esferas judiciales seguirá campante y patrocinando carreras políticas en todos los órdenes.
Tal vez lo más impactante serán los cambios en las relaciones laborales, de ejercicio de liderazgo y poder en las empresas, la forma de trabajar, los horarios y la cantidad de condicionamientos y condiciones  que desarrollen las empresas para atraer, mantener y mejorar el desempeño de los talentos; no en vano hoy en día los hombres más ricos del mundo y los países más desarrollados del planeta proponen jornadas inferiores a las 40 horas y hasta cerca a las 30 horas; está desapareciendo la jornada laboral de los viernes o por lo menos la tarde de ese día; los empleados cada vez escogen más libremente los lapsos en los que cumplirán sus horarios pues lo importante es cumplir con la tarea, y de hecho para lograrlo no necesariamente deben ir hasta la oficina todos los días a ocupar el puesto y consumir todo tipo de bienes y servicios que tienen más cómodos, próximos y económicos en sus hogares. En fin, la robótica, las tecnologías de la informática y las comunicaciones, la ciencia, las distancias, harán hombres más libres, más conectados, pero más solitarios y mentalmente enfermos o por lo menos insatisfechos.
Con los últimos hechos, mis tesis de que en el futuro obedeceremos menos al concepto de nación patria o idioma, cultura costumbrista y región geográfica, en cambio, o  más bien, perteneceremos a conceptos de religión o sectas universales, deporte con equipo preferido y toda una nueva de cultura y comportamiento global detrás de una camiseta y un cántico; marcas y aplicaciones tecnológicas como iOS, Android o Windows Phone dividirán la humanidad según la que utilice el usuario en cualquier parte del mundo; seremos parte de la comunidades Amazón, Samsung, Claro, Toyota, Mazda, Master Card o Visa y así sucesivamente en todas las necesidades de la vida cotidiana con pocas referencias al día de la patria o el domingo de ramos antes de Semana Santa.
En los próximos 30 a 50 años mi nieta y mi hija harán el proceso de curaduría de mis escritos de estas primeras dos décadas del siglo presente, con lo que se sorprenderán y reirán en complicidad con su padre abuelo ocurrente pero bien informado.

TODO ESTÁ EN RIESGO, LA JUVENTUD EN SÍ MISMA, ES UN RIESGO

  LAS PLAGAS DEL PRESENTE El mundo como lo conocíamos hasta la pandemia va como de culo cagado, y ya eso es mucho que decir, porque antes ...